martes, 14 de julio de 2015

Autocritica fraternal entre compas

Articulo extraído del Periódico anarquista "La Boina" Julio 2015

Por Síntomas de Escisión

Las discusiones, conversaciones con respecto a la sabiduría que hemos ido adquiriendo a través de la práctica, quedan obsoletas cuando se focalizan demasiado, a través de lupas que ubican a la discusión ideológica como la más importante. Stirner o Kropotkin, misantropía anticivilizatoria, poética de la deconstrucción del TAZ brillando en la oscuridad del bosque antidesarrollista  del núcleo – no núcleo de las esferas, de los átomos, del universo, de lo que soy, lo que no, lo que hago, y lo que me pongo como mochila de carga, etc, etc.

Si bien este tipo de discusiones son muy necesarias y siempre tienen que estar presentes, hay otros aspectos fundamentales que son los que mayoritariamente reconocemos; pero de los que menos llevamos a la teoría y la práctica: la práctica anti-autoritaria en nuestro cotidiano. Y esto no se trata de tener un pergamino lleno de opciones morales, sino simplemente intentar evitar llevar a cabo las acciones por las cuales optamos por posiciones antijerarquicas y ácratas.


Sabemos de antemano quienes son les compas, nos reconocemos en el progreso de este desierto, conspirando e intentando de múltiples maneras buscar un cauce, generar de a poco oasis que se multiplique e inunde de vida esta masacre llamada capital, hasta que se rompa en su totalidad. Muches plantean la necesidad de propagandear estas posiciones; sin embargo, muchas veces no somos capaces de romper nuestros mismos comportamientos jerárquicos, creyendo, y en esto se encuentra lo ideológico, que por tener una idea o un discurso, de antemano asumimos una ética horizontal en la práctica.

¿Qué es llevar a la práctica el anti-autoritarismo? ¿Y tener una posibilidad de comunidad difusa? Es plantearse hacia la reciprocidad entre todes les seres, asumiendo de esta manera el apoyo mutuo y la realización de la libertad, sea desde la trinchera que sea.

Sin embargo, muches de les que discursivamente se miran a sí mismes como antiautoritaries, les cuesta llevar estos principios a cabo entre les mismes compas, expresándose de distintas maneras la jerarquía y los vicios espectaculares del capital,              tales como los cahuines, los egos sordos, el dogmatismo, el guetto hecho secta, la falta de compromiso, la posesión y la competencia, los exagerados juicios morales, los prejuicios,              el purismo, entre otros.

Esto no quiere decir que nosotres nos sintamos moralmente perfectos; y es evidente que dentro del capital es imposible que no tengamos de algun modo esos vicios, puesto que vivimos en un mundo totalmente darwinistico y espectularizado del que no podemos abstraernos. Sin embargo, a lo que queremos apuntar es a analizar y llevar a cabo este tipo de interrogantes, para así ser más capaces de lo que somos, tener más enfocadas las energías de la    comunidad que vamos construyendo. Tener una práctica que no sea totalmente inconsecuente es un desafío diario, que debemos asumir como parte de la lucha. Y este escrito es un llamado más a romper con ciertas estructuras que tenemos, desde nuestros cuerpos hasta nuestro comportamiento social, para de ese modo con nuestras propias acciones y fortalezas hagamos verdaderamente propaganda.

Esto es un acontecer que supera toda ideología y discusiones sin sentido, es un llamado a respetarnos en un contexto de constante ataque de les enemiges; es un primer paso para ver la verdadera peligrosidad a la que podemos llegar, y es en el fondo teorizar sobre nuestras mismas prácticas para luego llevarlas a cabo.

viernes, 10 de julio de 2015

Contradicciones

En algún momento de nuestra existencia optamos por comenzar a decidir, dejar de fluir por el calmo rió de los mansos y comenzar a cuestionarnos el mundo. Con el tiempo, fuimos adoptamos ideas que nos parecieron afines, que nos apasionaron e hicieron palpitar nuestros marchitos corazones, abrazando el incesante palpitar abrupto del abismo, y la incertidumbre de no conocer mas certezas que tu pecho inflándose al sentir tus pasos guiados por una extraña mezcla de instinto y razón critica. Nos encantó la Anarquia y su vitalidad incombustible  pero con el tiempo, posiblemente nos dimos cuenta de que no dábamos "el ancho" para ser "anarquistas". Las contradicciones se hicieron cada vez mas patentes al ver que ese mundo nuevo que llevábamos en nuestros corazones contrastaba agriamente con la realidad de nuestros pensamientos y a veces incluso nuestros actos. Pero no, esto no es un llamado al pesimismo, de hecho todo lo contrario. 

La contradicción individual no debe ser evitada, debe ser enfrentada, reflexionada, abrazada como un pedazo de nosotrxs mismxs que debemos corregir o purgar. Es la representación mas patente de que la lucha debe ser individual y social a la vez, de que nuestra conciencia también esta en guerra, en una guerra consigo misma, con todos los fantasmas que la construyeron durante largos años de socialización autoritaria y capitalista. Es la mejor oportunidad para corregir lo que no nos gusta de nosotrxs mismxs y reencontrarnos con nuestro ser mas intimo, fuera de mascaras y banalidades impuestas por la sociedad.

Este duro camino hacia el encuentro con nostrxs mismxs no puede sino estar repleto de contradicciones, limitaciones del yo que forjo este lugar, pero nuestra potencialidad revolucionaria esta en creer en nosotrxs mismxs y saber que somos posibilidad, no somos entes cristalizadxs con una esencia que determina nuestro ser, somos siempre la posibilidad de auto construirnos como seres conscientes y críticos del entorno que nos rodea. Asumir la responsabilidad de nuestras contradicciones es el paso.

 No soy de creer mucho en esencias preestablecidas por lo que cuando hablo de "nostrxs mismxs" no hablo de un yo metafísico espiritual que anida en mi conciencia esperando el momento de salir, sino de la construcción sincera de coherencia entre mis ideas y mis actos que de lugar a una personalidad solida carente de inseguridades y muletillas propias de un mundo competitivo y autoritario. Creo que el no resignarse a esta lucha con unx mismx es precisamente el bastión de la lucha contra nuestros fantasmas, el asumir que hay cosas en nosotrxs que nos gustaría cambiar y hacer que cambien. Inventarnos al son de nuestros palpitos y contradicciones, recorrer esta vida con la frente en alto, sabiendo que vivimos autenticamente nuestras miserias mas intimas, enfrentando la realidad cara a cara, sin evasiones. 

Para esto es necesario alejarse de los egos, categorías y juicios creados por algunos círculos, y sobre todo en círculos "revolucionarios" donde las caretas y valoraciones a-criticas están a la orden del día,  transformando la misma "lucha política"  en una representación mas del teatro autoritario y competitivo que supuestamente se combate. Estas "valoraciones" a-criticas impiden a veces que muchxs se sinceren con sus propios fantasmas, evitando sus logicas contradicciones individuales, constituyendo individuos supuestamente "resueltos" cuando en realidad solo están mas seguros que el resto de sus propias cadenas.

Nadie esta resuelto, ni libre de equivocarse, ese maldito parámetro que nos socializo con la idea de la perfección nos hace pensar que equivocarse esta mal, cuando en realidad es el único camino para saber si lo que se hace esta bien, y no un "bien" en relación con la moral dominante  sino un bien en cuanto a nuestra propia valorización ética de la existencia. Abrasemos nuestros errores, abrasemos nuestros caminos, abrasemos la existencia.