domingo, 25 de diciembre de 2011

El Miedo al Conflicto x Feral Faun

“No es una falta que te resistas contra mí y que afirmes tu particularidad, tu individualidad: no tienes que ceder ni que renegar de ti mismo.”

Max Stirner

Donde quiera que un par de anarquistas se reúnan, existirán argumentos. Esto no sorprende, ya que la palabra “anarquista” es usada para describir una amplia gama de a menudo contradictorias practicas e ideas. El único común denominador es el deseo de liberarse de la autoridad, aun cuando los anarquistas ni siquiera se ponen de acuerdo en lo que es la autoridad, dejando de lado el problema de la clase de métodos indicados para eliminarla. Estos problemas hacen aparecer muchos otros y el argumentar se hace inevitable.

Los argumentos no me molestan. Lo que me molesta es enfocarse en tratar de llegar a un acuerdo. Es asumido que “porque somos anarquistas”, todos debemos desear realmente lo mismo; nuestros aparentes conflictos deben ser meramente malentendidos que podemos censurar, para así encontrar un lugar común. Cuando algunos evitan hablar las cosas e insisten en mantener sus distancias, son catalogados de dogmáticos. Esta insistencia en encontrar un lugar común puede ser una de las fuentes mas importantes del dialogo sinfin que tan frecuentemente ocupa el lugar de actuar, para crear nuestras vidas según nuestros propios términos. Este intento de encontrar un terreno común involucra la negación de conflictos muy reales.

Una estrategia usada frecuentemente para negar el conflicto es reclamar que un argumento es solo un desacuerdo sobre las palabras y sus significados. Como si las palabras que uno utiliza y como uno escoge usarlas no tuviera conexión con las ideas, sueños y los deseos de uno. Estoy convencido que allí hay un par de argumentos que son meramente sobre las palabras y sus significados. Esas pocas puede ser fácilmente resueltas si los individuos involucrados pudieran clara y precisamente explicar lo que ellas quieren decir. Cuando los individuos no pueden siquiera llegar a un acuerdo sobre que palabras o como usar estas, indica que sus sueños, deseos y maneras de pensar están tan separados que incluso cuando usan solo un idioma, no pueden encontrar una lengua común.

La negación del conflicto y de la singularidad de los individuos puede reflejar un fetiche por la unidad que se deriva de los residuos del izquierdismo o del colectivismo. La unidad siempre ha sido altamente valorada por la izquierda. Ya que la mayoría de los anarquistas, a pesar de sus intentos de separase de la izquierda, son simplemente izquierdistas anti estado, están convencidos de que solo un frente unido puede destruir esta sociedad, la que eternamente nos obliga a unirnos no según nuestra elecciones, y que debemos, por consiguiente, superar nuestras diferencias y unirnos juntos para apoyar la “causa común”. Pero cuando nos entregamos a la “causa común”, estamos obligados a aceptar el más bajo común denominador de entendimiento y lucha. Las uniones que son creadas de esta manera son falsas uniones que florecen solamente gracias a la supresión de deseos y pasiones únicas de los individuos involucrados, transformándolos en una masa.

Para mi esta base soy yo mismo, mi vida con todas sus pasiones y sueños, sus deseos, proyectos y encuentros. Desde esta base yo hago “causa común” con nadie, pero puedo frecuentemente encontrar individualidades con quienes puedo tener afinidad. Es muy posible que tus deseos y pasiones, tus sueños y proyectos coincidan con los mios. Acompañados por una insistencia sobre llevar a cabo aquella oposición a toda forma de autoridad, tal afinidad es una base para una genuina unidad entre individualidades únicas e insurgentes, la cual dura solo lo que los individuos deseen. Ciertamente, el deseo de la destrucción de la autoridad y de la sociedad puede movernos para luchar en una unidad insurreccional que llegue a ser a gran escala, pero nunca un movimiento de masas; sino que tendría que ser una coincidencia de afinidades entre individualidades que persisten en hacer suyas sus vidas. Esta clase de insurrección no puede tener lugar por medio de la reducción de nuestras ideas al más bajo común denominador con cada uno con quienes estemos de acuerdo, sino solo a través del reconocimiento de la singularidad de cada individuo, un reconocimiento que abraza los conflictos actuales que existen entre personas, independientemente de que tan feroces ellos puedan ser, como parte de la asombrosa riquezas de interacciones que el mundo tiene para ofrecernos unas vez que nos libramos a nosotrxs mismos del sistema social que ha robado nuestras vidas y nuestras interacciones de nosotrxs.


martes, 22 de noviembre de 2011

Existe


Su acalambrado cuerpo yacía dormido  cuando sonó el despertador, eran las seis de la mañana y el día comenzaba nuevamente, el desaliento se apoderaba de él, como si las horas de sueño no hubieran servido de nada, todo de nuevo pensaba someramente, sirve su taza de café respectiva, cuando piensa en la ducha la idea se le hace esquiva, no le importa oler bien, ni causar buena impresión, su espíritu se derribo, abre el armario donde se divisan homogéneos trajes viejos de color oscuro, en otro compartimiento sus corbatas, se viste aun somnoliento, al salir a la calle una semi niebla muy espesa le hace compañía, sus dedos se enfrían y siente dolor, camina lentamente hacia el paradero donde otros igual que él esperan el autobús, ahora el frio penetra su rostro, pero ya es cotidiana sensación y no le toma mayor importancia, sube al autobús y se sienta junto a un abuelo que parece dormir, después de un rato el también duerme, cuando se despierta el viejo ya no estaba y quedaban pocas cuadras para su destino, baja de la micro y comienza a buscar su tarjeta de asistencia para incrustarla en la ranura que está en la puerta de la oficina donde concurre a laburar de lunes a viernes, se sienta en su escritorio y comienza a trabajar. Al salir no tiene nada que hacer, tampoco piensa en algo, camina al paradero, toma el autobús, lo aborda, se sienta y se divierte un poco mirando el pálido paisaje de una noche en la ciudad, logra distraerse, baja de la micro y prende un cigarrillo, le parece una buena sensación, se siente algo animado, continua su procesión hacia su hogar, entra por la diminuta puerta en la que está alojado su departamento y va directo hacia el antiguo refrigerador que alberga un pedazo de pizza del día anterior, lo engulle rápidamente, prende la televisión y se recuesta sobre su cama, al cabo de media hora se encuentra dormido, y su cuerpo espera el próximo día.

Oh que extrañísima sensación, como destruir estos barrotes
Y abrazarme a ti  sin limitante alguno
Sentir que puedo sentir, sin nadie que bobamente se largue a reír por la redundancia
Extrañarte sin fantasmas que enturbien tu recuerdo, ni niebla que te borre de mi cerebro
¿Acaso soy yo quien fabrica estos temores? O es mi maldito presente que me arrastra hacia un futuro despreciable.
Mi sensación es de repudio, de un repudio dantesco sobre las características de mi conciencia
Estructuras carcelarias que construyeron lo que soy, que me apuñalan lentamente sin darme chance a vivir.
O quizás ya me asesinaron, y esto sea solo mi último suspiro.

martes, 16 de agosto de 2011

Exarchia Culture Shock



Mini documental que expone las condiciones históricas que devinieron en la construcción cultural del barrio Ateniense de Exarchia en Grecia. Caldo de cultivo de expresiones libertarias y antiautoritarias socializadas entre la comunidad que tuvieron su explosión tras la muerte de Alexandros Grigoropoulos y la crisis económica en la que ha caído el gobierno griego tras ceder a las exigencias de la unión europea.


lunes, 13 de junio de 2011

Sabotea tu trabajo

¿De que estamos hablando cuando hablamos de trabajo?, ¿algún trabajador ejemplar se lo ha preguntado siquiera?, la palabra trabajo viene de trabajar y esta del latín tripaliare. Esto traducido significa torturar. A buen entendedor pocas palabras. El trabajo es castigo, eso es innegable. Lo evidencias en tu aburrida celda de un metro por un metro y medio donde la emprendes de oficinista, lo evidencias en la tortura diaria de trabajar a todo sol con la pala y la picota, lo evidencias contestando el teléfono una y otra vez repitiendo las mismas sandeces y poniendo cara de imbécil cada vez que te preguntan algo, lo evidencias siempre que quieres algo y necesitas trabajar para conseguirlo, un sucio chantaje del sistema que te pone contra la pared y te obliga a obedecer. De lo contrario no comes, no te diviertes, no estudias, no vives, eres un paria. ¡Buena jugada!, El trabajo PROSTITUYE, viene siendo vender nuestra capacidad de acción y de pensar. Nos transforma en mercancía intercambiable, en números, estadísticas que viajan según la flexibilidad del mercado. El trabajo anula nuestra libertad por inmanencia, y nos transforma en piezas serviles y desechables de un sistema que solo es funcional para una minoría que vive de la explotación y la miseria humana, de la maximización de los beneficios para su fortuna a costa de daños ambientales, humanos y animales. Pero trabajar no constituye por sí mismo la totalidad de la lógica torturadora del capitalismo; tiene un fin más profundo: el consumismo. La gente, hundida en su comodidad sedentaria, no tiene otra necesidad que malgastar el dinero que obtiene de su meretricio y ante ello la publicidad juega con la imbecilidad perpleja de todos quienes entran al ciclo de trabajo y consumo, que hace que la rueda del capitalismo siga girando, consolidando cada vez más el proceso acumulativo de quienes tienen el poder, y es a esto lo que llaman progreso.
 La capacidad de creación humana se ve seriamente coaccionada ante la lógica del trabajo, y aunque de determinadas filas políticas se defiendan ciertos métodos reformistas para hacer más ligera la tortura, ninguno da espacios a la verdadera libertad que da paso a la creatividad, que necesita del ocio como espacio de recreación.  Solo amenguan la tortura, abogan por humanizar la esclavitud.
Pienso que el trabajo es miseria y que si necesitamos de él debemos ser los peores explotados, o de otra manera atacar los bienes directamente expropiándolos, hay que destruir todo lo que nos transforme en esclavos, y el trabajo esclaviza. Por tanto justificamos toda forma de sabotaje a la lógica del trabajo, dentro y fuera del empleo, el robo de bienes y/o maquinaria de las empresas, la acción directa en contra de empresas y capitalistas, la expropiación desde centros de consumo, el no consumo, y cualquier forma expresable de ataque o resistencia ante la dinámica capitalista. Destruir al sistema es una cuestión holística, y debemos relacionar todas nuestras acciones cotidianas con la lucha en la práctica y en la teoría.

jueves, 19 de mayo de 2011

Merecen recibir el fruto de nuestra rabia

Sobre la violencia revolucionaria y el reformismo moral en la sociedad

Renunciar a la violencia liberadora, cuando esta es la única manera de poner fin al sufrimiento diario de las masas y a las crueles tragedias que azotan la humanidad, sería responsabilizarse de los odios que se lamentan y de los males que del odio surgen.
Errico Malatesta
No pocas veces se ha visto chillar ha diversas individualidades (si se les puede llamar así) cuando el tímido y apacible ambiente de nuestra putrefacta cotidianidad se ve ensombrecido por la tensión generada en el ambiente por un grupo de explotadxs que toman la decisión del enfrentamiento físico, la de atacar a quien nos somete. Me parece que la violencia revolucionaria en las condiciones actuales de vida no necesita de justificaciones para ser llevada a cabo, pero en vista de tanto borregx suelto que vocifera a favor de la comunicación y el dialogo, definiré mi postura y -creo no equivocarme- la de varios compas.
Somos enemigos del capitalismo, sistema coercitivo y violento por naturaleza, en donde nosotros lxs  esclavxs siempre nos encontraremos en un estado de legítima defensa ante los embates del poder, por ende la violencia contra el patrón o quienes resguarden su poder siempre será moralmente justificada. Esto no quiere decir que la violencia sea justificable solo en circunstancias defensivas, puesto que como explotadxs nos encontramos en una constante situación de sometimiento y violencia, por tanto es absolutamente nuestro el derecho de ataque a quien nos explota.
Ahora, es sabido que actos como estos son constantemente juzgados tanto por el discurso de la prensa burguesa como por lxs babosxs que lo internalizan. Una serie de prejuicios que nacen desde la moral dominante y son esparcidos a las masas que como buenxs borregxs asumen y reproducen. Contradictoriamente es una moral que exalta valores como el dialogo, el consenso, la comunicación, etc. lo paradójico de todo esto es que lo hace sobre un sistema que esclaviza y mata.  La moral no es más que un impedimento para quien quiere atacar al poder, por tanto la moral busca sofocar nuestros deseos en prejuicios heredados por la sociedad.
Me pregunto si aquellxs moralistas que arremeten contra quienes ocupan la violencia como forma de lucha se han cuestionado si trabajarle a un gordo burgués la mayor parte del día y toda la vida (incluyendo el endeudarse por consecuencia del ingreso escaso, comprando cosas que no nos importan pero que la TV nos impone), ¿es la vida que todos quieren elegir? O simplemente es el camino al cual nos somete el sistema porque de otra manera no tendremos forma de sobrevivir, que es esto sino más que violencia simbólica. Para que hablar de la represión continúa que ejercen las fuerzas del orden sobre cualquier forma pacífica de expresión popular. Hoy por hoy, el poder perfecciona sus aparatos ideológicos y propagandísticos en donde difunde las ideas de paz y consenso social, mientras esencialmente practica y prepara la guerra. La moral burguesa es hipócrita, y eso lo sabemos. Ya nos aburrimos de parlamentar, no queremos dialogo, a veces el silencio comunica mejor.

Malatesta decía; para que dos vivan en paz, es necesario que los dos quieran la paz; si uno de los dos se obstina en querer obligar por la fuerza a que el otro trabaje para él y que le sirva, el otro si quiere conservar la dignidad como persona y no ser reducido a la más abyecta esclavitud, a pesar de todo su amor por la paz y la armonía, se sentirá obligado a resistir mediante la fuerza con los medios adecuados.( “Pensiero e Volontà”, Errico Malatesta, 1924)

La acción violenta tiene como característica la búsqueda de la diversión y el placer en el ataque a quien nos oprime. Es una práctica sencilla que todos y todas pueden realizar. Con el ataque se desmitifica al poder rompiendo la falsa apariencia de paz y control social, y mientras más continuos y seguidos sean los enfrentamientos más se reproduce la revuelta y el ambiente de tensión social. Practiquemos el vandalismo. Ningún acto de revuelta es ciego o inútil. El sencillo alardeo de poder o despilfarro de dinero por quien nos explota es una provocación para quienes sufrimos las consecuencias de ambas. Merecen recibir el fruto de nuestra rabia.

sábado, 12 de marzo de 2011

El desquite

Apretó sus dientes por enésima vez en el día y trago saliva para silenciar sus pesares, ira y odio lo envuelven, cuando sus manos empuñadas no pueden contraer mas los dedos, expira una pequeña cantidad de aire, los deseos van y vienen, la tensión es prolongada, el futuro denso, los pensamientos viajan y se materializan en dimensiones extraviadas; el tiempo no corre, el ajusticiamiento sucede y la adrenalina navega feliz por sus venas, infamias y traiciones liquidadas, ¡lo consiguió! todo con sus propias manos. De momento aparece nuevamente en su gris realidad con los dientes apretados y sus manos empuñadas. Un solo pensamiento nubla su insípida certidumbre, venganza.

domingo, 6 de marzo de 2011

Sopla, sopla

El viento sopla de manera huracanada, ¿Te das cuenta?, ¿Existe otra manera de notarlo hermano mio?, la carpa se nos viene abajo hueón, calmate, escucha.... en mi casa se cierra la ventana y se prende la estufa, acá te plantas a escuchar, solo escuchas su soplido, en casa la furia natural es despreciada, menospreciada, como colilla de cigarro arrojada hacia un rincón, en cambio hoy la colilla somos nosotros. Devueltos al rincion de donde nunca debimos haber salido. Antropocentrismo infecto, arrogante especie rastrera que sola no se puede ni las patas.

Karretera a las vegas

Abatidas ondas cursan los cielos retorcidas y sensuales me parecen, descompuesto en lo correcto, anarquizan su contexto, matacola de bombilla en lo siniestro de su intento, juglar de subterraneo, mal intento de circense, empalidezen con sus carcajadas palitroques del convento. De paseo por los escondites del miedo, donde la razon no cabe en su explicación, yace Dionisio con su jarra de chicha reposada, admirando la pelicula (de)formada por acetas de la certidumbre que interrumpen la vision del burro de carga, nublando su creación.

martes, 25 de enero de 2011

Encabinado

Monotonía diaria de la servidumbre actual, donde crees elegir con libertad, lo que anula tu voluntad.
Horas muertas pasan en vano, podridas, vigiladas,  resguardadas por asnos fieles a su horma de profanación mental. Poniendo el pecho por intereses cicateros y bastardos. Idiotizados los peones sucumben al destino cruel de una vida vacua, adornada por los grises recovecos del manicomio de cuerdos, repleto de artificialidades como globos de detergente.